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Introducción
Una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento es Corintios 2, o Segunda Carta a los Corintios, se atribuye a san Pablo y se redactó con el fin de la organización de las primeras comunidades cristianas, en este caso, a los corintios, entre otros temas, se resalta la caridad por encima de otros dones espirituales.
Los capítulos 8 y 9 de Corintios 2 ocupan la sección central de la carta y tratan exclusivamente de la colecta. El tema de los dos capítulos es tan idéntico que podemos apreciar repeticiones y declaraciones suplementarias en ambos. Todo parece indicar que hubo un largo intervalo en el período de la composición de los capítulos 8 y 9.
Hay una unidad de contenido entre los dos capítulos:
- La colecta como un acto de respuesta a la gracia recibida de Dios (8:1‑15).
- El proyecto de la colecta y los delegados (8:l5-9:5).
- La colecta y la bendición que surge de ella (9:6‑15).
Los versos 1‑5 pueden identificarse claramente como la introducción a la sección de la carta que constituye el exordium. Pablo comienza el exordium con una frase muy común en sus cartas. «Os hacemos saber, hermanos…” El exordium contiene una apelación. Corintios 2:8 es lo que los antiguos retóricos llaman un exemplum (un ejemplo); el mostrarlos como un ejemplo es un motivo de alabanza (encomium).
El ejemplo
Las iglesias de Macedonia habían sido beneficiadas con «la gracia de Dios». Esta expresión casi es un «término técnico» en las Cartas de Pablo. De esta forma él describe la salvación de Dios en Cristo como un todo. Pablo usa el término «gracia» alrededor de 100 veces en las Epístolas, 10 veces en el contexto de la colecta, 18 veces en Corintios 2.
Es interesante que Pablo usa el término al principio de la colecta y al final (capítulos 8 y 9 de Corintios 2). Aparece 7 veces en el capítulo 8 y 3 veces en el capítulo 9. Pero al emplear el texto en diferentes ocasiones Pablo le ha dado diversos significados. Para Pablo «gracia» es una palabra que tiene tres dimensiones. Puede ilustrarse con el siguiente triángulo:

Amor servicial (la colecta misma)
Cuando Pablo usa el término en el contexto de la colecta, le da los tres significados antes mencionados. Hoy, el ofrecimiento de regalos es más bien un asunto «secular», pero en la antigüedad no era solamente una forma fundamental. Estaba relacionada con el sacrificio ritual.
Pablo afirma que la gracia de Dios había sido dada a las iglesias de Macedonia. Así que estas iglesias constituían un ejemplo y modelo para las iglesias de Corinto. Lo interesante es que estas iglesias mostraron lo que en la teología cristiana de la iglesia primitiva se consideraba como uno de los paradigmas de la experiencia cristiana: «la paradoja del gozo frente a la tribulación» o sea «gozo en medio de la tribulación».
En Corintios 1, 16:3; Pablo usó el término «gracia» para referirse a la colecta, en relación con el envío de las dádivas de los corintios a Jerusalem. Pero es aquí, en Corintios 2, 8‑9; donde Pablo señala por primera vez la «gracia de Dios» como la causa de la generosidad de una comunidad que llega a convertirse en koinonía en el servicio de los pobres.
En este pasaje la gracia de Dios que obra en la comunidad macedónica se explica con dos frases:
- La disposición interna como resultado de la gracia de Dios en ellos.
- Los actos concretos de generosidad que resultan de la disposición que la gracia produce.
El primer aspecto es presentado en dos pares de sustantivos que contrastan entre sí: sufrimiento – gozo, pobreza ‑ abundancia
En relación con el pensamiento de Pablo, hay una clara conexión entre los primeros y los últimos sustantivos.
De esas actitudes de gozo y de abundancia se desprenden dos acciones concretas:
- Entrada por la gracia de la koinonía en el servicio de los santos.
- La total dedicación de los macedonios a Dios y al apóstol.
El trabajo de la gracia de Dios en la comunidad macedónica puede observarse en el siguiente diagrama:

Las bendiciones que siguen a la colecta
En el capítulo 9 de 2 Corintios, Pablo señala las bendiciones que siguen a la colecta.
Ya al final de la primera sección (versículos 1‑5), él menciona que la colecta era una bendición (eulogia). Esta es la primera vez en la Epístola que Pablo emplea este término para designar la colecta. El término es fundamental; una palabra clave en el capítulo así como él término “gracia” lo es en el capítulo 8.
En el versículo 5 Pablo sitúa el término en contraste con el término pleonexia, para enfatizar el aspecto voluntario y generoso del proyecto de la colecta. El podía haber encontrado otro término griego, pero el uso de éste es importante por el profundo significado que tiene en el Antiguo Testamento.
De acuerdo con el Antiguo Testamento, las bendiciones de Dios se manifiestan y producen las bendiciones de los seres humanos, y las bendiciones de los seres humanos se manifiestan de tal manera que resultan ser una «imitación» de la eulogia de Dios (Gén. 33:11, 39:5; Jos. 15:19; Samuel 1,25:27, 30:26; Reyes 2, 5:15).
La idea de generosidad, gozo, espontaneidad, sin mencionar que Dios es la fuente de todas las bendiciones que recibimos, se reafirma por el uso de eulogia en el versículo 5, seguida por los versículos 6‑10 donde la idea se presenta con una mayor elaboración.
La actitud de la comunidad se expresa con el término leitourgia. Una comunidad cristiana que está comprometida con el servicio a otros es motivo de edificación para la comunidad de Jerusalem, y da como resultado la glorificación de Dios. Esta nueva relación causada por la generosidad de los corintios es precisamente lo que Pablo llama la perisseia, abundancia.
La respuesta de la comunidad de los corintios al Evangelio de Cristo en el contexto de la fraternidad, la participación y la asistencia mutua es la base de la glorificación de Dios.
¿Y qué queda para aquellos que no pueden donar bienes materiales? Practicar el amor, la teología de la ternura es una buena manera de donar lo que engrandece al espíritu.
Conclusiones
Usando una terminología enriquecedora, Pablo da a la colecta un extraordinario contenido teológico. La colecta fue para él una expresión de la vida cristiana de la comunidad con diferentes implicaciones.
Koinonía en este pasaje bíblico cumple también un propósito ecuménico. Fue considerada como un instrumento de unidad entre los cristianos judíos y las comunidades cristianas helénicas. Esta idea también se expresa en Romanos 15, 22:33.
La sección de la colecta entra bien en el esquema general de la carta. Koinonía en la colecta para los santos en Jerusalem es un modo concreto de responder al llamado de la Koinonía con el Hijo en Corintios 1, 1:9.